Un Masaje en los Pies no es nada

En situaciones de stress se considera como una alternativa conveniente relajar el momento con alguna conversación distendida, sobre todo si el caso se trata de una gestión en la que existirá algún tipo de tensión emocional. Esto puede corroborarse durante el traslado de Vincent Vega y Jules Winnfield hacia donde se encuentran unos ingratos individuos que no cumplieron algunos requisitos en un negocio con Don Marcellus Wallace.

Vincent (John Travolta) y Jules (Samuel L. Jackson) en una de las escenas destacadas de la película Pulp Fiction, van en auto hacia algún lugar y en el camino conversan sobre la legalidad de la marihuana en Amsterdan y el cuarto de libra de Mc Donald en Paris, la distendida conversación se desarrolla hasta que llegan a un edificio donde se encuentran los incumplidores. Se bajan del auto, ingresan al edificio y mientras suben pr el ascensor, Jules recuerda una situación y se la cuenta a Vincent. Un tal Antuan, fue arrojado de un cuarto piso por haberle dado un masaje en los pies a la esposa Marsellus Wallace.

Sin dudas la película merece el lugar que ocupa como una de las mejores en la historia del cine, con mas de cuarenta premiaciones entre la que se encuentra el Oscar a Mejor Guion en la edición 67 de los premios de la Academia, pero si hay algo que brilla, tanto o mas que el contenido del maletín que rescatan Vincent y Jules, que deja pasmado a Vincent y con una gran incertidumbre a todo el público, es la idea que un masaje en los pies puede ser algo extremadamente intenso.

Desde hace miles de años y con diversas prácticas, mujeres y hombres han recibido el trato sobre sus pies y han obtenido los beneficios de una relajación significativa en ellos y en todo el cuerpo, alivio de dolores, mejoras en la presión arterial y gran estímulo de energía libidinal, lo cual en su extensión y ejercicio saludable, sensual y sexual, también se ha logrado reales beneficios de relajación, alivio de dolores y mejoras en la presión arterial.

Siempre será conveniente que un profesional actúe con técnicas específicas sobre los pies, dada las necesidades personales de quien requiera el tratamiento, pero cierto es también, que en la zona de la intimidad de una pareja, la voluntad y el amor serán elementos útiles que permitirán a inexpertos en la materia o amateurs, alcanzar objetivos importantes a la hora de hacer que la pasión se despliegue o crezca con gran entusiasmo.

Tal vez sea porque la potencialidad erógena de los pies en virtud de los puntos de estimulación relacionados con los órganos genitales es que un masaje en los pies puede servir como estímulo sexual incrementado por el estado de relajación que se obtiene a partir de una delicada manipulación a base de frotados y leves presiones. Por este motivo es que un masaje de pies puede convertirse en un masaje erótico si así se desea o interpretarse como tal, como es posible que Don Marsellus Wallace lo hizo al enterarse de lo que había hecho ese tal Antuan o lo que llevó a tener un breve discusión a Jules y Vincent antes de ingresar al departamento donde liquidaron a unos jóvenes mafiosos que intencionalmente, error o simple estupidez cometieron el desliz de estafar a Wallace que al parecer siempre resuelve las cosas enviando a dos personas para ejecuciones extremas.

Jules: Oh, oh, espera un poco. Comerle el coño a la Zorr… o masajearle los pies no es la misma jodida cosa.

Vincent: No lo es, pero es el mismo juego.

Jules: Tampoco es el mismo jodido juego. Oye, tal vez tu método de masaje no sea como el mío, pero tocarle los pies a su mujer o darle lengüetazos en su sagrado agujero no es el mismo juego, ¿comprendes? No es la misma cosa, ni siquiera es el mismo deporte. Un masaje en los pies no significa un carajo.

Vincent: ¿Has hecho mucho masajes en los pies?

Jules: A mí no me hables de masajes en los pies, soy el jodido maestro de los pies.

Vincent: ¿Has hecho muchos?

Jules: Vamos!, sí. Perfeccioné tanto mi técnica que apenas hago cosquillas.

Vincent: ¿Te importaría masajearle los pies a un hombre?...

El dialogo comienza con unas consideraciones anteriores y específicas sobre el masaje efectuado a una persona en particular –la esposa de Marsellus- y tiene desarrollo posterior sobre la apreciación e implícitas reglas al respecto del masaje, pero lo importante y más allá de cualquier debate que pueda abrirse, es que ante extenuantes jornadas laborales o rutinas devenidas en monotonía, la idea de unos placenteros masajes en los pies puede activar o reactivar estados físicos o emocionales con una cuota de diversión y sensualidad.

Es posible realizarlos a una persona sentada y reclinada de espaldas en un sillón con las piernas extendidas y un pequeño almohadón debajo de las rodillas y pantorrillas, sobre una colchoneta en el piso o en la comodidad de la cama. Quien va a efectuar el masaje deberá sentarse a la altura de los pies y aplicarse en las manos un poco de crema o aceite para el cuerpo y frotárselas para calentarlas un poco.

Se inicia el contacto con caricias en ambos pies distribuyendo así la crema o el aceite para que las manos se deslicen con mayor facilidad, luego se toma uno de los pies con ambas manos y distribuyen los dedos pulgares en la planta y el resto de los dedos en el metatarso haciendo leves presiones con los pulgares sosteniendo el pie con todos los dedos.

Estos movimientos tienen que ser delicados para no generar dolores o cosquillas, durante un minuto o poco más, se debe realizar estas presiones y deslizamientos acentuando la atención en las partes duras de la planta como los son, el talón y la zona anterior a los dedos, luego hacer una pequeña pausa y tomando con una mano el pie, con la otra realizar algunas caricias con los dedos separados como si fuera un peine y este movimiento propicia la intervención de las uñas que en los movimientos suaves y sin ninguna presión estimularán además otras zonas del cuerpo, claro está, que hay que procurar que el cosquilleo no provoque mas risa que relajación, por lo cual, ante el posible estallido de una carcajada se tendría que suspender la acción para contener el momento en el objetivo sensual y continuar con movimientos circulares en sentido horario alrededor del tobillo por algunos segundos y luego cambiar el sentido durante otros.

Una vez brindada la dedicación a uno de los pies, es tiempo de repetir todos los movimientos en el otro pie para completar la sesión de cariño y atención sobre los objetivos que pueden resultar incluso en un instante de gozo tal, que el adormecimiento de quien está recibiendo el masaje puede hacerse presente y si eso llega a suceder, sería interesante darle su tiempo, porque allí también se está activando parte del combustible y motor del amor.

La sugerencia anterior se basa en algunos movimientos destinados a masajes de pies pero no es ninguna técnica profesional, por lo que inspirarse, innovar o ensayar con besos o movimientos que se consideren delicados y oportunos para el momento siempre serán útiles, tanto así como ambientar con música suave, velas y aromas.

La atención en los pies y los masajes en ellos siempre dispensarán un beneficio dado que por ser soportes del cuerpo durante el día, están sujetos a cansancio y dolores por su condición, ahora bien, en cuanto a los masajes eróticos en los pies, el beneficio en la pareja será para ambos por ser una gratificante y placentera experiencia en la que este contacto contribuye a estrechar el vínculo y si bien para algunos puede parecer una actividad insignificante o incluso vulgar, lo cierto es que proponérselo, realmente puede convertirse en un juego erótico y una herramienta mas para fortalecer la intimidad.

Jules: fue un masaje en los pies, un masaje en los pies no es nada… yo le doy masajes en los pies a mi madre…

Pues bien, ya sea para relajación, como un juego erótico o un sencillo mimo, la verdad está en la práctica y es necesario saber que ambos en la pareja tienen que estar dispuestos y relajados para hacer de la experiencia algo positivo.

Es probable que también sea posible comprobar cuanto hay de sustancial en la discusión de Jules y Vincent, si se justifica la motivación de Marsellus con el pobre de Antuan ó si este tipo de masajes puede ser el brillo de una nueva o mejor vida íntima.

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