El pan es un sencillo manjar considerado un alimento básico de la humanidad y si bien su consumo tiene fines nutricionales, también se lo considera beneficioso para el espíritu y la conexión social. Las siguientes curiosidades seguramente te permitirán pensar algo parecido si aún no lo hiciste o es probable que alimenten alguna charla mientras lo saboreas.
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En la antigüedad los hornos para cocinar eran algo diferentes a lo que generalmente se conoce hoy en día, se construían bajo tierra y según un hallazgo arqueológico, el más antiguo con el que se cocinó pan, fue encontrado en un lugar donde se encontraba Babilonía y se estimó con una antigüedad de 4.000 años a.C.
El hecho que la construcción de estos hornos fuera bajo tierra, respondía a cierta necesidad funcional en razón que además de su utilidad para cocinar los alimentos, estos hornos también suministraban calor que se aprovechaba para aclimatar el aposento.
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Es frecuente el debate sobre que parte del pan robustece o ensancha mas el cuerpo y casi siempre, la parte más desprestigiada es la miga por sobre la corteza pero el punto es, que el pan en si, No engorda dado que en general no contiene grasas y tanto la miga como la corteza tienen igual cantidades de vitaminas, proteínas, minerales y fibras.
Por otra parte La cantidad adecuada diaria y complementaria a una dieta saludable, aporta energía, es beneficioso para la defensa de trastornos cardiovasculares y favorece por su contenido de vitamina B1 al funcionamiento del sistema nervioso central.
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Existe una cualitativa diferencia entre el pan blanco y el pan integral pero no es precisamente la cantidad de calorías. Ambos tienen igual proporción, sin embargo, el pan integral posee mayor contenido de fibra y esta característica favorece en mejor medida la digestión y saciedad, es por ello que se aconseja incorporar este tipo de pan rico en fibra en dietas como en algún régimen en el que se incluye pan.
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La cerveza es un producto muy ligado desde los principios al cultivo de cereales y por este motivo se la llamaba también en sus orígenes como “pan líquido” dado que las primeras recetas de esta bebida se realizaba a base de la fermentación con agua de un pan de cebada.
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El pan más caro del mundo fue presentado en el año 2014 por una panadería de Málaga el cual tiene oro comestible como uno de sus ingredientes y su precio de alrededor de 100 euros por una pieza de 400 gramos.
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